Nuestra apreciada monitora Sara, se merece en este apartado una mención. Gracias al envío/recepción de cientos de llamadas telefónicas logró encontrar un ceramista, profesional de la manufactura de réplicas para museos, que se ajustara a nuestro presupuesto.
Sin duda una labor titánica que, seguro le produjo, algún que otro quebradero de cabeza.
Las réplicas, pertenecen a distintos momentos de la Edad del Bronce Final y de la Edad del Hierro I y II. Sin duda estas cerámicas otorgan al Poblado un valor aún mayor, suponen un avance en su dotación y conceden a la visita una visión real de los utensilios que utilizaban los antiguos cántabros.
Para conocer más sobre la fabricación, utilidad y restos de cerámicas encontrados, no duden en acercarse a visitar el Poblado Cántabro de Cabezón de la Sal.