El vivero del parque Santiago Galas, tras varios meses desocupado, vuelve a ser objeto de las atenciones y cuidados de un grupo de jardineros. Ha sido necesario un mantenimiento intensivo para poner al día las instalaciones y las plantas que se encontraban en ellas.
El invierno ha dejado su huella en el invernadero pero con un poco de trabajo y muchos "mimos" los próximos meses el cambio será espectacular, la primavera se instalará entre los plásticos y el calor traerá de nuevo la vida en forma de plantas de vivos colores.